Breve actualización sobre la historia de las asociaciones de usuarios de cannabis de España.
¿Muchos os preguntareis cuando empezaron a funcionar las asociaciones de usuarios de cannabis? Vamos a intentar haceros un pequeño resumen. Aunque en 1987 se crea en Madrid una asociación de consumidores de cannabis, llamada ACDC, y en 1990 en Navarra nace la Asociación por la Legalización de las Drogas, no es hasta 1991 que se constituye legalmente en Barcelona la que es realmente la primera asociación privada sin ánimo de lucro de usuarios de cannabis, la Asociación Ramón Santos sobre Estudios del Cannabis , más conocida por su acrónimo ARSEC. Esta primera asociación estaba formada en un principio por 10 socios fundadores, aunque en 2001 llegó a tener más de 1000 asociados. La asociación anunció su creación a través de un artículo en la revista de humor gráfico Makoki y durante los años 90 fueron creándose nuevas asociaciones que copiaban sus estatutos cambiando la localización y socios fundadores para registrarlas en otras ciudades a lo largo de la geografía española. Así van apareciendo más de una docena de asociaciones en los años posteriores como ARSECA (Málaga), Kalamudia, ARSECSE (Sevilla), ACAC (A Coruña), ARSEK, AMEC (Madrid), SECA (Zaragoza), AECA (Huelva), AMIC (Mallorca), Amigos de María (León) o Alacannabis (Alicante), entre otras. Las asociaciones se crean desde la base del cultivo compartido para uso personal. Son asociaciones de personas mayores de edad y usuarias de cannabis, que se abastecen y distribuyen entre sus propios socios en un ámbito privado, asegurando un circuito cerrado que no llegue a terceros y reduciendo los riesgos asociados de ambientes marginales. Durante años, al mismo tiempo que se va recrudeciendo la persecución a los usuarios de cannabis con la aparición de la Ley de Seguridad Ciudadana (Primera “Ley Mordaza” en 1992) las asociaciones siguen creándose y van organizándose en grupos de acción para exigir al Gobierno una legalización de la planta y una regulación de las asociaciones. Llegando en 2001 a presentar por primera vez en el Congreso de los Diputados una petición para su despenalización. En nombre de las asociaciones y usuarios, Martín Barriuso, Fernanda de la Figuera y Jaume Prats (Director de la revista Cáñamo) entre otros, se presentaron en el Congreso para hacer esta petición a los miembros de la Comisión Mixta. Poco caso hicieron los diputados y desde entonces han habido nuevas leyes de seguridad ciudadana que continúan criminalizando a los usuarios además de otras peticiones en el Congreso desde las asociaciones y colectivos pro-cannabis sin llegar aún a haber conseguido ningún cambio en las leyes. Entre los años 2011 y 2013 las asociaciones comienzan a popularizarse y empiezan a crearse nuevas en las principales ciudades de toda España, siendo Barcelona, Bilbao o Madrid los principales focos en aquellos momentos, llegando a tener decenas de asociaciones en poco tiempo sólo en esas ciudades. Únicamente con el boca a boca entre amigos de los que ya eran socios pronto estas asociaciones fueron incrementando el número de usuarios inscritos. Airam, TheResinClub, Private, Pannagh, Raices, ElOsoYElCogollo, Charas, ElClubVerde, Ganjazz, …numerosas asociaciones a las que iban acudiendo cada vez más los usuarios de cannabis agradecidos de poder encontrar en estos espacios privados lugares de relajación donde poder consumir los productos de forma legal y sin tener que estar preocupados de estar molestando a nadie o estar siendo observados. Así mismo la proliferación de las asociaciones y el incremento de usuarios de cannabis que se han ido registrando como socios ha supuesto una evolución en los conocimientos que estos tienen sobre la planta, calidades y variedades de los productos. Actualmente los socios demandan los productos dependiendo si quieren sativa o indica, variedades más dulces y afrutadas o con gustos terrosos, interior o exterior, extracciones en seco o incluso variedades ricas en CBD. Las asociaciones de usuarios de cannabis actualmente se cuentan en cerca de 2000 y se han convertido en una realidad diaria para muchos consumidores de la mayoría de ciudades y pueblos de España que intentan evitar el “mercado negro” y tener acceso a productos de calidad y en las mejores condiciones de salubridad. Aunque el cultivo en casa para uso personal es siempre la opción más recomendable, no siempre se tiene el espacio o el tiempo para hacerlo, y estas asociaciones son una alternativa de calidad para los usuarios. Aunque el modelo de asociaciones español ha sido copiado en otros países como Inglaterra (UKCSC) o Bélgica e incluso reglamentado por un gobierno como en Uruguay, en España aún están esperando una regulación estatal, lo cual impulsaría la creación de asociaciones en todo el territorio, limitando el acceso de menores y sólo dejando a los usuarios mayores de 18 años entrar a estos espacios privados como ya ocurre en ciudades como Barcelona, Madrid, Las Palmas o Sevilla, donde su desarrollo ha venido acompañado de un trabajo con sus ayuntamientos y organizaciones sociales.
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